Eleva tu estandard
“El Hombre nace para vivir, y no para prepararse a vivir” Boris Pasternak
No
encuentro la manera de describir mi sorpresa cuando visité recientemente una de
las fábricas de producción que tenemos en el Cairo, Egipto.
Para ellos, como para muchos de nosotros, era muy fácil escudarse en los numerosos problemas que tenían para justificar un estándar inferior. Pero no lo hicieron. Esa es la diferencia.
Desde
la salida del aeropuerto el caos y la miseria de un país que lucha por
sobrevivir te acompaña en cada instante. La seguridad se vuelve insegura por momentos,
aunque el país se empeña en demostrar día a día que todo vuelve a la
normalidad.
Esperando
en el coche a la entrada de la fábrica, contemplaba la basura que se acumulaba
en las calles y en la base de la muralla que rodeaba a la misma. Decenas de
hombres, sentados alrededor de la entrada esperando a no sé qué, y tampoco
cuando.
Finalmente
uno de los guardas de seguridad abría las puertas, y con ello permitía al vehículo
entrar dentro de las instalaciones.
Conforme
me adentraba podía percibir la diferencia entre el mundo exterior y este mundo
interior en el que me encontraba
El
orden y la limpieza reinaban por todos los rincones. Los trenes de producción
alcanzaban altos niveles de rendimiento. El entusiasmo de todos los
trabajadores era evidente y el espíritu de aquella organización brillaba en la
oscuridad de la penumbra en la que habitaba. Tras varios días de auditoria
comenzaba a comprender cuál era el motivo.
Recuerdo
una de las conversaciones con un grupo de operarios de producción en la que
claramente me hablaban de la razón de su éxito.
“Este
es nuestro estándar, y no aceptamos nada inferior”
Todos
en la fábrica, desde el director hasta el último operario, estaban convencidos
de aquella frase y la practicaban cada día con orgullo.
“No importa
lo que ocurra hay fuera, me repetían una y otra vez”. “Este es el nivel que
queremos y es el que vamos a alcanzar no importa cómo”
Era evidente
la escasez de agua, pero idearon fórmulas para consumir menos. Los cortes de
luz son diarios, pero la gente se focaliza en arrancar de nuevo la maquinaria
en el menor tiempo posible cada vez que esto ocurre. Sin la menor queja, sin
mirar atrás.
Ni que
decir tiene que la planta se ha convertido en una de nuestras referencias en
Africa.
Estoy
convencido de que, como los empleados de aquella fábrica, el principio de una
nueva vida se produjo cuando decidieron trabajar y vivir con un estándar más
alto que el resto de las personas que lo rodeaban.
No
importa lo que ocurra y lo que opinen los demás.
Para ellos, como para muchos de nosotros, era muy fácil escudarse en los numerosos problemas que tenían para justificar un estándar inferior. Pero no lo hicieron. Esa es la diferencia.
Ellos
lo revindican cada día. Sin excusas, sin privilegios.
Tomar
una verdadera decisión significa comprometerse en alcanzar un resultado, y
luego descartar cualquier otra posibilidad que no sea ésa.
Estas
contento con el estándar de vida que tienes?
Sino, ya
sabes. Eleva tu estándar.
No te
vendas por menos de lo que vales.
Y sólo
tú sabes lo que vales.
Díselo
al resto del mundo.
Y nunca
te olvides, “Disfruta cada minuto, de cada hora, de cada día del resto de tu
vida”
No hay comentarios:
Publicar un comentario