Que he aprendido hoy? What I learnt today?
 
Y tú…….estas dispuesto a correr un kilómetro extra?


Un principio importante para tener éxito en todos los aspectos de la vida, y en todo tipo de ocupación, es la disposición de “correr un kilómetro extra” más, o como se dice en inglés “Go the Extra Mile”.  Lo que significa dar más y mejor servicio que lo que a uno se le paga, y hacerlo con una actitud mental positiva.

Muchas veces en la vida es difícil de entender y practicar este principio. Cuando pensamos en nuestro propio trabajo, seguramente sólo recordemos situaciones o experiencias de jefes que han abusado de nuestro esfuerzo y de nuestro tiempo. Todos hemos experimentado esos momentos.

Pero me gustaría que entendieras este principio de una manera más amplia. Seguro que recuerdas momentos en los que ir un poco más allá de lo que se esperaba de ti, te ha hecho dar pasos de gigantes en cualquier aspecto de tu vida.

El ir más allá de lo que se esperaba de ti, te ha puesto en el escaparate de alguna otra persona, te ha abierto nuevas puertas, te ha hecho crecer como persona. Recuerda que hay dos maneras de compensación disponibles, una es el dinero que recibes con el servicio que prestas y la otra los conocimientos que adquieres mientras lo realizas, que con frecuencia excede la recompensa monetaria.

No te estoy hablando de sumisión, sino de que sirvas a otros como a ti te gustaría ser servido. Ese es uno de los lemas que deberíamos seguir en nuestra vida.

Los grandes beneficiarios de este hábito no son las personas que reciben el servicio, sino las personas que lo prestan. Cambiarás tu actitud mental, lo cual te ayudará a tener más influencia hacia otras personas, más iniciativa, más entusiasmo, más visión y un propósito claro.

El dar un poco más de ti marcará con seguridad la diferencia de que un cliente te vuelva a llamar o no, de qué conozcas a la persona clave para ayudarte o no, de que conquistes a la persona que deseas o no, de que consigas el trabajo que buscas o no, de que vivas la vida de tus sueños ó no.

Hace muchos años una anciana estaba paseando por el centro comercial Pittsburg, en Nueva York, obviamente matando el tiempo. Ella pasaba delante de todos los mostradores sin que nadie le echara cuenta en absoluto. Todos los vendedores la habían catalogado como alguien que quería solamente observar, y que no tenía intención de comprar.  Los vendedores miraban a otra dirección cuando la anciana se paraba en alguno de los mostradores.

Finalmente la anciana se acercó a uno de los mostradores donde un joven vendedor le preguntó amablemente si podía servirle en algo. “No”, replicó la anciana. “Estoy simplemente matando el tiempo, esperando que deje de llover para volver a casa”.

“Muy bien señora” dijo el joven con una sonrisa. “Puedo traerle una silla para que se siente mientras espera?". Y al instante trajo la silla sin esperar su respuesta. Después de que dejara de llover, el joven vendedor tomó a la anciana de la mano y la llevó a la calle, despidiéndose amablemente de ella. Cuando ella se despidió, la anciana le pidió al joven su tarjeta personal.

Unos meses más tarde el dueño del centro comercial recibió una carta, preguntándole por el joven vendedor y pidiéndole que viajara a Escocia para gestionar una orden de amueblar su casa. El dueño del centro comercial escribió diciéndole que lo sentía, pero que el joven al que se refería no trabajaba en el departamento de muebles, y que no tenía ninguna experiencia en amueblar casas. Pero le explicó que le mandaría un experto para que hiciera el trabajo.

De vuelta le llegó el mensaje al dueño del centro comercial de que ninguna persona lo haría excepto ese joven vendedor. La carta estaba firmada por Andrew Carnegie, y la “casa” que quería decorar era el Castillo Skibo de Escocia. La anciana era la madre del señor Carnegie. El joven fue enviado a Escocia. Recibió una orden por valor de cientos de miles de dólares en muebles de decoración, y con ello una participación en el negocio del centro comercial”


Cultiva cada día el hábito de dar un poco más de ti en cada aspecto de tu vida, sin duda tendrá su recompensa

Y nunca te olvides, “Disfruta cada minuto, de cada hora, de cada día, del resto de tu vida